El espectro de la disfunción cognitiva en la esclerosis lateral amiotrófica: una actualización

Ref.: https://doi.org/10.3390/ijms241914647
La disfunción cognitiva es un síntoma no motor importante en la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) con un gran impacto negativo en la supervivencia y la carga de los cuidadores. Muestra un amplio espectro que va desde el deterioro cognitivo subjetivo hasta la demencia frontotemporal (DFT) y cubre varios dominios cognitivos, principalmente déficits ejecutivos/atención, lenguaje y memoria verbal.
La frecuencia de deterioro cognitivo en los diferentes fenotipos de ELA oscila entre el 30% y el 75%, y hasta el 45% cumple los criterios de DFT. La importante heterogeneidad genética, clínica y patológica refleja déficits en varios dominios cognitivos.
Estudios de neuroimagen modernos han revelado degeneración frontotemporal y afectación generalizada de los sistemas límbico y de materia blanca, con hipometabolismo de las áreas relevantes. Los cambios morfológicos suelen ser una atrofia frontotemporal y del hipocampo con pérdida sináptica, asociada con acúmulos de TDP-43 o de la proteína tau.
Las alteraciones funcionales generalizadas de las redes motoras y extramotoras, así como de las conectividades frontoparietales, frontoestriatales entre otras, son marcadores de déficits cognitivos en la ELA. La conservación cognitiva puede moderar el efecto del daño cerebral pero no protege contra el deterioro cognitivo.
La historia natural de la disfunción cognitiva en la ELA y su relación con la DFT no se comprende completamente, aunque existe una superposición entre las variantes de la ELA y los síndromes frontotemporales relacionados con ella, lo que sugiere una vulnerabilidad diferencial de las redes motoras y no motoras.
Una evaluación de los riesgos o la detección temprana de signos de conectividad cerebral anómalos antes de que se produzcan cambios estructurales puede resultar útil para investigar los mecanismos fisiopatológicos del deterioro cognitivo en la ELA, que incluso podrían servir como objetivos novedosos para terapias modificadoras de la enfermedad eficaces.
Se espera que el desarrollo y la validación de biomarcadores que detectan los agregados patógenos de TDP-43 y proteínas patológicas relacionadas in vivo esclarezcan aún más los mecanismos fisiopatológicos subyacentes al trastorno básico y al consiguiente deterioro cognitivo. Se espera que los nuevos biomarcadores capaces de rastrear los diferentes aspectos de la fisiopatología de la ELA y los mecanismos del deterioro cognitivo relacionados esclarezcan aún más los diferentes aspectos de la patogénesis de la ELA y allanen el camino hacia enfoques de medicina de precisión.